Las Runas

Los vikingos no contaban con una cultura escrita en el sentido moderno de la palabra, puesto que no tenían libros, pero disponían de unos caracteres alfabéticos, la escritura rúnica, cuyas letras se llamaron runas. La inspiración tal vez haya llegado desde la región del Rhin.

Las runas estaban compuestas de manera que podían ser grabadas, y en la época de los vikingos fueron grabadas en madera, hueso, metal y piedra. La escritura se había empleado en los Países Nórdicos varios siglos antes de la época vikinga, y las primeras inscripciones rúnicas que han sobrevivido se remontan a un par de siglos después de Cristo. Las runas no eran tampoco algo especialmente escandinavo.

Varios pueblos germánicos las utilizaban para escribir: alemanes, godos, frisones y anglosajones, así como los pueblos norgermánicos, de los que descendían los vikingos. A juzgar por las muchas inscripciones tempranas, encontradas en un área bastante reducida, es de suponer que Dinamarca es la cuna de las runas (según la teoría del runólogo Erik Moltke).

No había una única escritura: los detalles de los signos rúnicos variaban de una región a otra y de un siglo a otro.

Los tres períodos y sus alfabetos

Se suele dividir la época en tres períodos rúnicos. Cada período dispone de su versión del alfabeto rúnico, el llamado "futhark".

I El primer período comprende los años que van desde el nacimiento de Cristo hasta 600-700. Los runólogos utilizan la denominación "Época migratoria".

II El segundo período comprende la época que va del 650 al 1050, frecuentemente denominada la Época Vikinga.

III El tercer período es la Baja Edad Media, es decir aprox. 1050-1400.

Se siguen empleando las runas después del tercer período, pero ya no son una tradición viva de la escritura. La lengua latina ha vencido y las runas se han convertido en una curiosidad.

Los 24 carácteres del "Futhark"

El primer y más antiguo alfabeto rúnico que conocemos consta de 24 caracteres y su nombre "futhark" viene de las primeras seis runas. Se han encontrado ejemplos escritos del "futhark" – más o menos completos – en Escandinavia, Francia (Borgoña) y la región de los Balcanes (Yugoslavia, Rumanía).

En el Período I las runas eran utilizadas por toda Germania, o mejor dicho en todas las regiones en las que se habían establecido tribus germánicas, pero siempre sobre objetos que se podían desplazar.

Las primeras piedras rúnicas se levantaron en Noruega y Suecia y datan de 300-400.

El "Futhark" de 16 carácteres

Un nuevo "futhark" surgió en el Período II, la Edad Vikinga, alrededor del año 800 o un poco antes. El antiguo "futhark" de 24 caracteres había caído en un estado de declive ya al final del Período I y quedó reducido a dieciséis caracteres.

Este nuevo "futhark" se conserva en su forma más antigua en una piedra en Gørlev (Sjælland), que se suele fechar en torno al año 900.

El "futhark" de 16 caracteres fue encontrado en los países nórdicos y en las regiones por las que habían pasado los vikingos.

Las piedras rúnicas

Las inscripciones rúnicas más notables que se han conservado hasta la fecha fueron grabadas en piedra. A veces estas piedras rúnicas forman parte de monumentos más grandes, pero se encuentran principalmente aisladas, colocadas en sitios destacados para atraer la atención de los transeúntes.

El mayor número de piedras rúnicas data de la Edad Vikinga. A menudo honran a un difunto, especialmente al rico e influyente. Las inscripciones eran generalmente escuetas y podían simplemente indicar un nombre. Algunas veces se trata de pasajes enteros que ocupan varias o todas las caras de las piedras.

Las piedras rúnicas nos proporcionan una valiosa información sobre la vida social de entonces: nos hablan de las creencias religiosas, organización social y vínculos de lealtad. Evocan los derechos y las ocupaciones de las mujeres y se hacen eco de los viajes de los vikingos a lugares lejanos, sus incursiones, pillajes y expediciones comerciales.