La historia
La palabra Dinamarca aparecía ya en época de los vikingos inscrita en la gran Piedra de Jelling (siglo X), si bien existe una gran diferencia entre lo que Dinamarca abarcaba en el siglo X y lo que abarca hoy.
Durante algunos períodos, como p.ej. durante los siglos XIII y XVII, Dinamarca fue una gran potencia cuya influencia era comparable a la de los países más grandes de Europa.
La Dinamarca moderna
A grandes rasgos puede decirse que la actual conformación de Dinamarca es el resultado de 400 años de rendiciones, batallas perdidas y cesiones de territorio impuestas.
El siglo XIX fue un siglo decisivo: En 1848 se abolió el absolutismo y Dinamarca obtuvo una constitución y un parlamento, pero en 1864 Dinamarca sufrió una gran derrota frente a Prusia durante la segunda guerra de Sleswig y en consecuencia hubo de ceder 2/5 de la superficie del país: El número de habitantes de Dinamarca cayó de 2,6 millones a 1,6 millones.
Una sociedad homogénea
Como consecuencia de la derrota, Dinamarca se convirtió en una sociedad étnica homogénea en todos los sentidos, una población con un idioma y una cultura común, si exceptuamos las partes del reino de Islandia (que adquirió la independencia absoluta en 1944), las Islas Feroe y Groenlandia.
Así, puede decirse que la apariencia exterior de la Dinamarca actual quedó fijada a grandes rasgos en 1864. En 1920 se establecieron las fronteras de Jutlandia Sur.
De 1945 en adelante
La política de neutralidad de Dinamarca consiguió garantizar la seguridad del país durante la 1ª. Guerra Mundial, no siendo así durante la 2ª Guerra Mundial, pues entre los años 1940 y 1945 Dinamarca sufrió la ocupación de Alemania.
En 1949 Dinamarca fue uno de los miembros fundadores del pacto del Atlántico, OTAN. En 1972, los daneses votaron a favor de la Comunidad Europea, CE (a partir de 1993 la Unión Europea, UE).