Fastelavn
La tradición de Fastelavn es anterior a la Reforma de 1536 (cuando Dinamarca se convirtió al protestantismo). En aquel entonces, Fastelavn era el inicio de la cuaresma, una preparación física y espiritual para la Semana Santa.
Fastelavn es equivalente a la fiesta de Carnaval que se celebra por ejemplo en los países del sur de Europa. "Carnevale" viene del italiano y significa "quitar/remover la carne" (Carne=carne, levare=quitar/remover), y en Dinamarca la comida de la cuaresma consistía en pan de centeno, pescado y verduras. Antes de que empezara la cuaresma (el lunes y el martes de Fastelavn antes del miércoles de ceniza), los que se lo podían permitir hacían una comida especial: pan de trigo, bollitos, carne y otras cosas grasas o dulces. Después de la Reforma se suprimió la cuaresma, pero se mantuvo la fiesta de Fastelavn, concentrada en un sólo día.
La fiesta de Fastelavn también tiene raíces en tradiciones paganas. Es una fiesta que se celebra para despedir la oscuridad, el invierno y el mal, y para dar la bienvenida al sol, a la primavera y a la fertilidad. Una costumbre era la de azotar suavemente a las chicas con ramillos frescos para ayudarles a ser más fértiles. Hoy en día, los niños despiertan a sus padres en Fastelavn, azotándoles con su "Fastelavnsris", unos ramillos decorados con papeles de color, con chucherías y, lo que no debe faltar nunca, un gato negro de papel.
El gato negro era el símbolo del invierno, de la oscuridad y del mal. Hasta finales del siglo XVIII, se metía un gato vivo en una piñata, a la que luego se le daban golpes hasta que se rompiera y el gato saliera corriendo, quedando así expulsados la oscuridad y el mal. Hoy en día se sigue la tradición de la piñata en las fiestas infantiles de Fastelavn, aunque se ha sustituido el gato por chucherías para los niños. Se cuelga la piñata del techo, y por turno los niños la golpean. Al que la rompa, se le nombra "Rey".
Los niños también se disfrazan en Fastelavn, y van de casa en casa con una hucha cantando una canción cuya letra dice que armarán un escándalo si no les dan unos bollitos de Fastelavn, o lo que ya es más normal, unas monedas.