Hacer negocios con daneses

Dinamarca tiene una larga tradición de hacer negocios con otros países. Los daneses en general son abiertos y flexibles en cuanto a las diferentes maneras de hacer negocios. La gente de negocios percibe las diferencias más como un reto que como un obstáculo. Dicho esto, no cabe duda de que la cultura de negocios danesa tiene sus características propias.

Virtudes de negocios, según los daneses
Lo más importante para un danés cuando se trata de una relación comercial son los negocios en sí. Durante las negociaciones, es costumbre conversar solamente sobre los temas relevantes, mientras que conversaciones de carácter más social podrían, en ciertas circunstancias, parecer hasta inapropiadas.

Los daneses son concienzudos y aprecian presentaciones profundas y detalladas e igualmente esperan una gran preparación previa por parte de sus socios o socios potenciales. Una documentación correctamente elaborada forma parte de las condiciones esenciales para tener éxito en las negociaciones con daneses.

La transparencia y sinceridad son, además, sumamente importantes para una buena colaboración con los daneses. Valoran la franqueza aunque no se transmitan buenas noticias. De hecho, excusas y respuestas evasivas podrían ser interpretadas como falta de honestidad o profesionalidad.

Los daneses son puntuales y dan mucho valor a la puntualidad entre gente de negocios. En el caso de no poder llegar a tiempo o no poder asistir, es imprescindible avisar a las personas citadas.

Es esencial para los daneses el cumplimiento de los acuerdos, incluso cuando éstos puedan parecer menos importantes.

 

Características de las empresas danesas
Las empresas danesas suelen tener una estructura organizacional abierta y democrática con un nivel de jerarquía muy bajo. Es decir, que las líneas de comunicación son cortas entre la gerencia y los empleados.

Debido a estas características y una larga tradición de confianza hacia los empleados, se evita la necesidad de supervisión constante por parte de los jefes o gerentes, y los empleados normalmente tienen un nivel de responsabilidad alto.

Los daneses aprecian mucho la individualidad, la creatividad y la iniciativa propia. Como resultado de esto, tienen altas expectativas hacia su propio desempeño y los resultados de su trabajo, y generalmente, para ellos vale más el ambiente laboral y la responsabilidad que el propio salario. 

 

Consejos sociales
El tono de conversación entre daneses es muy informal. Las diferencias sociales son casi invisibles en la sociedad danesa lo cual se refleja en las formas de comunicar. Al dirigirse a los daneses nunca se utiliza los títulos profesionales, tampoco se utilizan "Señor", "Señora" o "Señorita". Simplemente se llama a la gente por su nombre. En el idioma danés no hay saludos estándares en la situación de un encuentro y hoy en día casi nadie utiliza Usted/Ustedes en danés.

Al presentarse a alguien, es importante saludar estrechando la mano tanto a los hombres como a las mujeres, y aunque un beso en la mejilla es aceptado en contextos sociales, no se usa en reuniones profesionales.

Los daneses son muy francos y difícilmente se ofenden. Es común conversar sobre cualquier tema imaginable fuera de las negociaciones, pero esté preparado porque los daneses no ocultan sus opiniones críticas. Cortesía excesiva no es un valor danés.

Además, el humor danés es irónico y sarcástico, se utiliza con frecuencia en cualquier tipo de conversación y casi no hay tema del cual no se pueda hacer burla.

 

Información práctica
En Dinamarca el horario de oficina es de 9.00 a 16.00 horas. El horario de las tiendas pequeñas es de 9.30 - 17.30 horas y los supermercados y grandes tiendas abren hasta las 22.00 horas. Los sábados cierran a las 16.00/17.00 horas. Los domingos las tiendas suelen estar cerradas aunque en las ciudades casi siempre se puede encontrar algún supermercado abierto.

Se da propina a los camareros dependiendo de la calidad del servicio. Es decir, si el servicio no es satisfactorio, no es necesario dejar propina. En general, los empleados en los restaurantes y hoteles grandes reciben aprox. 10%. Los taxistas por lo general no reciben propina, a menos que presten un servicio extraordinario. No es costumbre dejar propina al personal de peluquerías y otros empleados en el sector servicios.